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..Autora:....Ángeles del Castillo Aguas



sábado, 26 de mayo de 2012

Bibliografía: normas de Vancouver

Para la cita de bibliografía en medicina y ciencias de la salud se siguen habitualmente las normas de Vancouver, que establecen unas pautas muy claras para cada tipo de fuente (libros, revistas, internet, ponencias, etc.). Estas directrices se pueden consultar en la dirección: http://www.icmje.org/urm_full.pdf

Y su traducción al español en: http://www.upch.edu.pe/vrinve/doc/nvanco.htm

Las normas contenidas en este documento describen toda la casuística posible de citas; sin embargo, nuestra experiencia nos dice que habitualmente se citan libros y artículos de revistas, de modo que en este post vamos a dar unas indicaciones para estos dos tipos de fuentes.


LIBRO
  • Datos: Autor. Título. Número de edición (sólo a partir de la segunda). Ciudad: Editorial; año; páginas. 
                Porta J. Manual de control de síntomas en pacientes con cáncer avanzado
                y terminal. 2.ª ed. Barcelona: Editorial Arán; 2008; p. 25-8.

  • Cuando hay hasta seis autores, se incluyen todos los nombres:
               Krug LM, Pietanza C, Kris MG, Rosenzweig K, Travis WD, Smith H. Tumores de
               célula pequeña y neuroendocrinos del pulmón. En: Pine JW (ed.). Cáncer, principios
               y prácticas de oncología. 9.ª ed. Filadelfia: Lippincott Williams & Wilkins; 2008;
               p. 849-50. 
  • Si hay más de seis autores, se citan seis y a continuación  "et. al." (del latín et alii), que quiere decir "y otros".
               Smith H, Pietanza C, Kris MG, Rosenzweig K, Krug LM, Travis WD, et al. Tumores de
               célula pequeña y neuroendocrinos del pulmón. En: Pine JW (ed.). Cáncer, principios
               y prácticas de oncología. 9.ª ed. Filadelfia: Lippincott Williams & Wilkins; 2008;
               p. 849-50. 
  • Si es un capítulo de un libro se cita así: Autor. Título capítulo. En: Autor(es) (especificar si es editor, director, coordinador, etc.). Título libro. Número de edición (sólo a partir de la segunda). Ciudad: Editorial; año; páginas. 
                Johnson SW, O’Dwyer PJ. Cisplatin and its analogues. En: De Vita VT, Hellman S,
                Rosenberg SA (eds.). Cancer principles and practice of oncology. 7.ª ed.
                Philadelphia: Lippincot, William and Wilkins; 2005; p. 344-56.


ARTÍCULO DE REVISTA
  • Datos: Autor.Título. Revista. Año; volumen; páginas.
                  Chambers WA. Nerve blocks in palliative care. Br J Anaesth. 2008; 101: 95-100.
  • Cuando hay hasta seis autores, se incluyen todos los nombres.
                 Lajer H, Kristensen M, Hansen HH, Christensen S, Jonassen T, Daugaard G
                 Magnesium and potassium homeostasis during cisplatin treatment. Cancer
                 Chemother Pharmacol. 2005; 55: 231-6.
  • Si hay más de seis autores, se citan seis y a continuación  "et. al." (del latín et alii), que quiere decir "y otros".
                  Dong PP, Fang ZZ, Zhang YY, Ge GB, Mao YX, Zhu LL, et al. Substrate-dependent
                  modulation of the catalytic activity of CYP3A by erlotinib. Acta Pharmacol Sin. 2011;
                  32: 399-407.


CONSIDERACIONES GENERALES PARA TODO TIPO DE CITAS
  • Nunca se utilizan las cursivas.
  • Las iniciales de los nombres no llevan punto.
  • Hay que incluir los espacios después de los signos de puntuación según las normas ortográficas españolas.
  • Los títulos deben ir en minúsculas, salvo aquellas palabras que la requieran por su categoría (hasta hace relativamente poco tiempo, era habitual en los artículos escritos en inglés, que todas las palabras comenzaran por mayúscula).
  • Los títulos de las revistas deben ir abreviados según la List of Journals Indexed, que se puede consultar en: http://www.nlm.nih.gov/tsd/serials/lji.html.
  • No es necesario indicar el mes de la revista, ya que con el año y el número de volumen es suficiente para encontrarla.
  • Número de página: es importante consignar el rango de páginas en el caso de las revistas, indicando las páginas donde comienza y termina el artículo referenciado.
  • Número de página: no siempre es necesario ponerlo en las citas de los libros, y especialmente cuando la referencia es de carácter general o a diferentes capítulos o temas del libro citado.

martes, 22 de mayo de 2012

Bibliografía: aspectos generales

La bibliografía es un importante elemento de cualquier texto médico o científico, y por ello merece una especial atención, dadas sus especiales características.

Son muchos los textos publicados que ofrecen bibliografías incompletas y por ello ilocalizables, lo cual hace imposible que los lectores consulten esas fuentes bibliográficas. El objeto de consignar las publicaciones consultadas es que el lector pueda acudir a ellas para ampliar la información. Por ello, se debe intentar ofrecer una bibliografía clara y precisa, y adaptada a las normas de Vancouver (que detallaremos en otro post).

Pero antes de analizar los aspectos básicos y generales de la bibliografía, haremos un apunte en cuanto a la denominación de este listado de obras consultadas. Lo habitual es llamarlo "Bibliografía", "Bibliografía consultada" o "Referencias bibliográficas", pero debemos evitar denominarlo "Referencias", ya que este término es incorrecto en español.

La bibliografía está compuesta por dos elementos:
  1. La lista de obras, es decir, las referencias bibliográficas propiamente dichas.
  2. Los números volados (o superíndices) que aparecen a lo largo del cuerpo del texto, y que se corresponden con las obras citadas.

Veamos ahora los aspectos más descatables de la lista de obras que componen la bibliografía.

  • Normalmente, la bibliografía se ofrece como apoyo al contenido del texto, de modo que no sigue un orden alfabético, sino cronológico. Por ello, la bibliografía ha de ir numerada, empezando siempre por el número 1. 
  • Ubicación de la bibliografía: por lo general, siempre se ofrece al final del capítulo, artículo o caso clínico.
  • CUIDADO: En algunas ocasiones se ofrece la bibliografía ordenada alfabéticamente; en este caso, el listado mismo también puede ir  numerado, pero no se deben incluir los volados dentro del texto, ya que aparecerían descolocados. En este punto, cabe advertir que si optamos por alfabetizar la bibliografía estaremos privando al lector de una información más precisa, ya que no se especifica exactamente la literatura especializada consultada sobre cada tema.
En cuanto a los números volados dentro del texto:
  • Habitualmente el voladito se pone antes de los signos de puntuación (es decir, antes de la coma, el punto y coma, el punto, etc.).
  • Si vamos a hacer referencia más de una vez a la misma obra, basta con asignarle un único volado; esto es, solo es necesario incluir los datos bibliográficos una vez.
  • Aunque parezca algo obvio, siempre debemos comprobar que el número de volados coincide con el número de referencias bibliográficas ofrecidas.

domingo, 20 de mayo de 2012

Millares y decimales

En español, las reglas en cuanto a los millares y decimales son muy claras:  
  • Los millares se separan con punto.
  • Los decimales se separan con comas.
Sin embargo, se está produciendo una imitación en nuestros textos de los usos ingleses de separar los millares con coma y los decimales con punto.

A modo de resumen, exponemos los aspectos más destacables en cuanto al uso de punto y coma:
  • Millares: siempre separados con punto. En este sentido, cabe advertir que algunas editoriales optan por prescindir del punto, que sustituyen por un espacio fino.
  • Decimales: siempre separados con coma.
  • En español es incorrecto prescindir del cero que aparece a la izquierda de la coma decimal (esto es frecuente en las tablas en las que aparecen muchos datos numéricos):
          Es incorrecto:        ,78
          Es correcto:         0,78
  • En español se eliminan los ceros que aparecen a la derecha de la coma (en los textos ingleses también es muy habitual esta costumbre).
          Es incorrecto:      6,00
          Es correcto:         6
  • Atención al término "billion" americano (no así el inglés, que signfica lo mismo que el español), que no equivale en español a "billón" (millón de millones), sino a "mil millones".

          

sábado, 19 de mayo de 2012

Siglas: uso y abuso

Las siglas son un importante aliado en los textos médicos, y su misión es evitar tediosas repeticiones de largas denominaciones, pero en los últimos tiempos estamos asistiendo a un uso abusivo que es preciso evitar.

A continuación se exponen, a grandes rasgos, sus principales características:
  • Las siglas se utilizan para evitar repeticiones de términos o denominaciones largas cuando estas abundan en el texto, de modo que si la sigla solo aparece tres o cuatro veces, es preferible desarrollarla y quitar la sigla.
  • La sigla debe desarrollarse la primera vez que aparece el concepto o término que se va a abreviar, y se debe poner entre paréntesis. A partir de entonces, se utilizará siempre la sigla.
  • Las siglas nunca llevan plural; es incorrecto añadirles una "s" al final para expresar el plural (esto es un calco del inglés).
  • Es aconsejable adaptar las siglas al español, salvo casos de siglas inglesas cuyo uso está ya muy extendido, como por ejemplo ELISA, TNF, FSH, etc.
  • Intentaremos evitar las siglas en los títulos o ladillos.
  • Se evitará abreviar en siglas conceptos o entidades de uso poco común, ya que obliga al lector a volver atrás en el texto para buscar el significado de esas siglas poco comunes.
  • Enlace donde consultar el significado de muchas siglas médicas:
  • Cuidado: las siglas deben ir precedidas por el artículo correspondiente, que ha de concordar en género y número. Así, es incorrecto decir "el EPOC", y correcto "la EPOC".
  • CONSEJO: es muy útil hacer un listado de las siglas que van apareciendo.

Bienvenida

Tras más de 25 años trabajando con textos de medicina, este blog me da la oportunidad de compartir todo lo que he aprendido sobre la edición y corrección de este tipo de textos a lo largo de todos estos años.

Es preciso advertir, en este punto, que uno de los grandes problemas de los textos médicos es, sin duda, la contaminación de usos y costumbres del inglés. Gran parte de los textos médicos se redactan originalmente en inglés, y posteriormente se traducen al español.

Asimismo, la creciente globalización y el uso de internet han facilitado la difusión del conocimiento médico escrito, naturalmente, en lengua inglesa, lo que hace que nuestros autores estén “contaminados” por esos usos que en español no son del todo correctos.
En este blog iremos tratando diversos aspectos, desde los falsos amigos hasta las siglas o la correcta cita de las referencias bibliográficas.
Espero que este blog sirva de ayuda a los correctores y editores que trabajan día a día con  este tipo de textos. Asimismo, creo que puede ser una herramienta útil para todos aquellos profesionales de la salud que se enfrentan a la redacción de artículos, ponencias, casos clínicos, libros, etc.